¡Y que siga la corrupción!
La Cuarta Mafufación se pone honesta, para variar.


El pasado viernes 1 de marzo ocurrió lo impensable. Es una noticia que debió aparecer en la primera plana de todos los periódicos del país, del continente y hasta del mundo (con eso de que nuestro Tlatoani súper duper deluxe siempre presume eso de que «es el mejor presidente del mundo mundial», es seguro asumir que la fama de su partido también es internacional). Es un hecho de tal magnitud, que muchos de nosotros, la verdad, seguimos pasmados. Al menos yo lo estoy. Es algo que muchos no pensamos ver en nuestra vida. Un hecho tan, pero tan poco frecuente, que es más probable que un perro comience a hablar, que Godzilla aparezca en la Ciudad de México, que «Sleepy Joe Biden» despierte o que Noroña sea presidente algún día (¡toco madera!).
No sé si lo que ocurrió es la señal definitiva del Apocalipsis venidero en México, con eso de los temblores, sequías y volcanes nacientes, pero es algo que no se veía venir.
¿A qué hecho me refiero? Por supuesto, al que se viralizó pocos minutos después de haber ocurrido: a la petición de la candidata morenista a la presidencia, Claudia Sheinbaum, de que voten por ella para que «¡siga la corrupción!». Pueden ver este hermoso hecho a continuación, para que vean que de verdad ocurrió: