¡Refórmame esta! 4 reformas constitucionales más que debería proponer López

Como canción de moda, eso de las iniciativas de reformas constitucionales que mandó mi presi López ya anda en boca de todos. Nomás que ahora SÍ que se atascó el nuestro amado presidente deluxe al enviar cerca de dos decenas de reformas. Parece que eso de la Cuarta Mafufación va a dar un último estertor antes de que López deje el cargo, para callar a todos aquellos criticones que pensaban que este sexenio ya estaba kaput. 

Sobre la viabilidad de dichas reformas, hay muchos expertos que ya están entrando de lleno al análisis serio del más reciente acto de campaña presidencial 2024 de López y Sheinbaum. Sin embargo, yo no necesito leer esos análisis de apátridas oligarcas conservadores, que se levantan bien tarde (al contrario de nuestro tlatoani, quien desde las 5 de la mañana, según dicen, ya anda dando lata por los pasillos de Palacio Nacional): a mí, por supuesto, me basta saber que son reformas enviadas por el mejor presidente del mundo mundial, héroe patrio de este sufrido país, así que a este humilde escribidor no le queda duda de que son perfectas, bienintencionadas y que ayudarán a una sana división de poderes y rendición de cuentas. 

Kudos al presi, como dirían los gabachos, por escoger una fecha tan acertada y prudente para enviar sus iniciativas: en el mero día de la Constitución, es decir, este 5 de febrero de 2024. Lo que hizo López es como ir a una fiesta y decirle a la festejada que ya está vieja, fea, que es inútil y que su casa está bien gacha, pero que con unas cuantas ideotas suyas, va a quedar bien pipiris nice. Bien ahí, mi presi, ¡su timing siempre es preciso y casi nada manipulador! 

Sin embargo, una cosa sí le preguntaría a mi presi: ¿por qué parar ahí? La Constitución, ya tan manoseada, vejada y vilipendiada, todavía aguanta vara, usted no se apure, presidente López. Por ello, aquí le tengo cinco ideas más que usted podría considerar incluir en la Constitución. 

Las aportaciones voluntarias

Si algo ha caracterizado a Morena, desde su nacimiento, es que se ha sustentado por la buena voluntad de todos sus afiliados. Ya saben, todo muy transparente. Sin embargo, y para que los necios que gritan «¡corrupción!» cada vez que hay un escándalo de moches dentro del círculo del presi, sería una buena idea que las «aportaciones voluntarias» estén contempladas en la Constitución. Por ejemplo, y aprovechando eso de que el aumento salarial debe ser igual que la inflación, nuestro amado líder podría proponer que todos los ciudadanos demos nuestros moches para la causa morenista y que estos sean descontados directamente de nuestros salarios… Con una cantidad equivalente a la inflación. Así, todos estaríamos aportando a la causa de nuestro impoluto gobierno y nadie chillaría eso de que es «ilegal» y «reminiscente del viejo PRI». Y se nos quitaría la tentación de gastar ese aumento salarial en cosas neoliberales como alimentos y medicinas. Ganar-ganar, le dicen. 

La creación del Ministerio de la Verdad (o el Instituto Nacional de los Otros Datos)

Señor presi, ya debería ponerse en modo completamente orwelliano y crear un instituto que maneje la mera mera verdad, esos datos que solamente usted sabe y que escupe cada mañana y que se contradicen con los datos de, ya sabe, la realidad. Si tan solo el pueblo pudiese tener acceso a fuentes que respalden lo que usted dice cada mañana (por ejemplo, esos datos que le han de compartir cada mañana que dicen que México es un país en paz), así le daría usted un periodicazo en el hocico a esos enemigos del pueblo que nomás quieren golpear a su gobierno poniendo en duda sus palabras. Además, también podría dedicarse a perseguir a aquellos que le calumnian a usted, a su persona y a su familia. Ya sabe, esos delincuentes conocidos como «periodistas». Liz Vilchis podría ser quien se encargue de este Instituto, ya que tiene callo suficiente en eso de saber «quién es quién en las mentiras». 

El béisbol como deporte nacional

Ya sabemos que a usted le encanta macanear, señor presi. Es más, hasta lo hemos cachado tomándose fotos con ases del bat en horas laborales. Perfectamente entendible, porque todo el país está tranquilo y ya casi no hay chamba pendiente. Por eso, le urjo a usted, presi, que proponga una reforma constitucional para que el rey de los deportes sea considerado como el verdadero y único deporte nacional. Porque, ¿eso del soccer qué? ¿Y del fútbol americano? ¡Deportes imperialistas y malvados! No como el beis, que es lo más mexicano que puede existir, un deporte digno de un patriota recalcitrante como usted.

Que su cumple sea día feriado

Mi presi, yo sé que usted es muy trabajador y esto que le propongo podría parecerle que soy un flojonazo por querer un día más de asueto, pero creo que es justo. Usted ya ha pasado a la historia como el mejor presidente de todos los tiempos, un ejemplo para todas las generaciones por venir en todos los rincones del mundo. Por eso, creo que es lo mínimo que podría darse como regalo en esta intentona constitucional. Imagínese, cada cumpleaños suyo podríamos organizarle un bonito desfile militar (de esos que tanto le gustan) y parar nuestras ocupaciones para rememorar sus hazañas y sus historias ya legendarias. Por ejemplo, imagínese a las familias mexicanas departiendo y recordando cómo usted pudo vivir con doscientos pesotes en la cartera durante un sexenio completito. O esa vez en la que usted casi casi llega a las grandes ligas de béisbol.